jueves, 30 de julio de 2009

Un buen día

Tuve que aprender a mentirte para que uno de los dos fuera felices, tuve que negarte para no tener que recordarte y emprender la huída cual vil cobarde, todo lo que necesites creer, yo no pienso desmentirlo, si eso te hace feliz y te permite seguir… yo no diré más de lo que un día fui.

Ahora tenemos encuentros ocasionales, breves, la mayoría de ellos sin importancia, un simple cambio, de esas simples historias que prometen mucho y que terminan decepcionando al espectador, evitamos tener que mirarnos y hemos cambiado todo a un simple saludo de cortesía con el mejor de los deseos.

Quizás tus cosas al fin no sirvieron más que para causar esta honda herida que se niega a cerrar… pero tal vez un día seas una simple cicatriz que de vez en cuando me recuerde que hay batallas que nos marcan, pero que la herida siempre termina por cerrar… y vienes y me dices y voy y te digo… simplemente lo que queremos escuchar.

Y se que un día me vas a dejar de importar, un día tendrá que ser verdad, quizás sea cuestión de acostumbrarme a tu ausencia o creerme la mentira, lo que se es que es una batalla constante, una lucha con mis ganas de abrazarte, el beso del final o ese simple beso que nos lleva y nos trae por el mismo camino… es una guerra declarada a tu recuerdo, no terminada… pero se que un día terminará por ser verdad.

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