En el país de nunca jamás

Ya no estoy tan seguro si debo o no meter las manos al fuego por México, creo que yo no me quiero quemar como el resto de los muchos otros que ha preferido quedarse en el conformismo, no puedo culparlos, sería tonto, sería inhumano, ¡pueblo mexicano!, ¿Qué culpa tienes tú de haber caído en las manos de aquellos que nos han dado tan poco y nos han quitado mucho?

Cualquier ser humano que se alegre de las victorias del 5 de julio, necesita atención especial y necesita ubicarse en el contexto, no hay nada que celebrar, sin embargo si mucho que marcar.

Se habla del regreso del PRI, que ahora si como diría el talentoso Sanz “viene pisando fuerte”, del fracaso del PAN que costo la cabeza del muchachito pendenciero que equivocó en la estrategia y del pretexto del PRD que prefiere mirar los errores de los demás, antes que aceptar que también erró, ni que hablar del Verde que logró convencer a todos aquellos “rebeldes” que realmente son un partido ecologista preocupados por el bienestar de México.

Lo mejor que pudo haber dicho Germán Martínez, desde que se enamoro de los medios y tomo un papel que nadie le dio, pero que tampoco nadie le quito, fue felicidades a la primer minoría del Congreso, habrá muchos que señalen dicho comentario como palabras de ardor y dolor, sin embargo México si abres bien los ojos te darás cuenta que al menos en eso no se equivocó.

El abstencionismo sigue creciendo, la desidia se apodera, pero sobre todo la pérdida de fe en el sistema electoral mexicano, cada día se hace más evidente, ¿Cuándo nuestros representantes políticos lo van aceptar?, señoras y señores nadie tiene nada que celebrar, al contrario todos tienen que lamentar en seguir siendo participes de continuar con los elementos que día a día permiten que la brecha entre nosotros y ustedes se haga más grande, ¿algún día nos tomarán en serio? O ¿simplemente son el reflejo del conformismo que denotamos?

El 5 de julio no es una fecha donde se haya celebrado la democracia, es un día donde se evidencia el error del sistema, el desinterés de sus gobernantes, que solo les importa llegar al poder, sin importar lo que esto represente, Señora Paredes no tiene nada que celebrar, usted también debería pensar en dimitir a su puesto y aceptar que el triunfo del PRI es auspiciado por una minoría mexicana, ¿acaso el resto del país no le importa?

Señor Chucho Ortega, ni para que hago mención de su labor, total como usted dice el PAN fue el gran perdedor.

México pierde, si pierde México perdemos nosotros, que somos los que nos levantamos a forjar si bien no un país mejor, al menos si el intento de sobrevivir en esta maraña de artimañas de la cual nos hemos hecho presos, el 5 de julio no fue, ni será una fiesta en México, no fue un día democrático, ¡vamos ni la mitad del país voto!, ¡tampoco significa una fecha de regocijo para ni un partido!, debería ser más bien una fecha de preocupación para que aquellos que realmente tengan un interés en el voto del pueblo mexicano propongan estrategias que sirvan como un punto de referencia para la construcción del México que todos necesitamos… una vez más y al grito unísono digo ¡México despierta!... es hora de ponernos en guerra.