viernes, 10 de julio de 2009

Confesión de un corazón palpitante

Es un camino largo, a veces obscuro, otras tantas bastante iluminado para dejarte ciego, uno nunca sabe cuando y la mayoría de las veces tampoco descubrimos el ¿cómo?, dos cuerpos encerrados, necesitados, encontrados, que se topan y que al mirarse crean magia, que aguardan la espera y desesperan en la espera de la noche.

Se torna intenso, demasiado, cansado, nadie nos dio un mapa y tampoco nos dieron una pista, es algo que se descubre con cada caricia que derriba puertas y abre esperanzas, una sonrisa, una lágrima, un pensamiento, un sentimiento, si me tomas de la mano y me dices ven... yo lo dejo todo y te sigo hasta la luna.

Te dejo mi delirio, si me dejas tu locura, te regalo mi sensatez, si decides descansar esta noche en mí, una breve pausa puede cambiar nuestro destino y la historia de este mundo, si me dices que te vas, dame tiempo para emprender la marcha a tu lado, ya he pasado mucho tiempo a solas, no quiero seguir esperando.

No quiero ser escritor de poemas que hablen de amor, quiero vivir nuestra propia historia plagada de amor, como una montaña rusa con momentos tristes, para valorar un poco más la alegría que traes a mi vida, con rabia, con las ganas de dejarte, sepultarte y olvidarte, para de esa manera comprender que me da miedo tan sólo el pensar que puedo seguir vivo aún sin tí, no lo quiero descubrir, no si se trata de un ádios, prefiero redescubrir esoo que un día decidido deje atrás.

Dame un poco más de lo que ya me has dado, prometo mi locura, mis ganas, apuesto por tu carta, si tu juegas mi juego, juntos ganamos más, puede que solos encontremos otra mano que nos regale una caricia, pero nunca, nunca con el sabor de lo que empezó como una aventura casual... para tí... que no encuentro la forma de pedirte que te quedes junto a mí.

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