lunes, 12 de abril de 2010

A veces es como si el tiempo no pasará

Después de mucho tiempo de esperarte por fin llegaste, pisaste tierra, tocaste a mi puerta, abriste tus brazos para alcanzarme y de la emoción no entendí el susurro que le regalaste a mi oído. Te sujete fuerte, fuerte, porque no quiero que te vuelvas a ir, tenía ganas de gritar, de amarte tanto, de pedirte que nunca más consideraras irte de mi lado, que sin ti la vida no es amor y el amor no tiene vida.

Me senté tranquilamente a escuchar todas tus historias, esas cosas donde reconoces que nunca fue sencillo, porque no estuve de tu lado, en silencio te conté esas tristezas que provocaste con tu adiós tan lejano y esas alegrías incompletas, porque nunca te las podía contar, las ganas que me invadían de correr a tu lado, pero peso más todo este dolor que invadía mi alma al pensar que no seríamos más que un recuerdo.

Hoy estas aquí, sentado frente a mí, sólo para mí, jugando con mi cabello… hoy llegaste aquí… para abrazarme, besarme y jurarme que no te vas a volver a ir… hoy parece que a veces es como si el tiempo no pasará, porque me reencontré en ti y de inmediato cobramos todos aquellos segundos perdidos, hoy te recibo con emoción, con la misma emoción que te dije que sería para ti y hoy me quedo con tus abrazos y tus insistencias y te empiezo a creer cuando me dices “nunca ha sido lo mismo sin ti”.

A veces es como si el tiempo no pasará… otras tantas, tienen sabor a tu ausencia, pero hoy no quiero pensar en las largas noches, sólo quiero que a tu lado sean lo suficiente, ni tan largas, ni tan cortas, quiero ver amaneceres y sentir el viento sobre nuestros cuerpos, hoy basta con verte sonreír y pedirle al tiempo… no te quedes aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario