Fui a despedirme de tí

Robé unos cuantos días de mi vida... fingí que sería para salir de la rutina, para jugar como cuando fuimos niños, para volar como cuando nos tiramos en el asiento trasero y mientras yo canto, tu dices y si yo digo, tu cantas... fui a despedirme de ti, pero no tuve el valor de hacerlo de frente, preferí dejarte mi recuerdo, mi esencia, mi memoria.

Arme un plan, pero me faltaron las energías, avanza rápido y sigiloso, sin que nadie se de cuenta, a veces hasta a mi se me olvida, es el miedo, son las ganas, es el tiempo, es la prisa, algunos gritarán ¡cobarde!, otros inventaran adjetivos, más sutiles, pero igual de hirientes, nadie entendería, porque no hay mucho que entender y muchos menos ganas de explicar.

Tan sencillo como en el inicio cuando fuiste mi mayor complice, mi fuerza, mi obstáculo, que representabas mi alegría, pero se aferraba constantemente a mi miedo, a escucharte, volver a quererte, a tenerte y ver que estas mas lejos de donde te he dejado, fui otra vez pequeño junto a ti, me pasa muy seguido, aunque no lo creas, eres la estrella que me ilumino y a quien le robe fuerzas para salir adelante, yo he sido tu vampiro, tu verdugo, jamas tu víctima.

Pero ha sido suficiente... tuve de ti de sobra y ahora te toca a ti, tenerme a mi... en tus memorias, en tus palabras, en tus recuerdos y lo que quiero que recuerdes es que las batallas constantemente se luchan, no todas se ganan, pero de todas aprendemos algo, que nunca estaremos preparados por completo y que definitivamente hay vida después de la muerte... que eres grande... que has sido grande... que has sido un pilar en quien hemos depositado nuestras debilidades, que has sido aguerrido cuando lo has tenido que ser, que la prudencia te embarga de vez en cuando y por mucho que odie en lo que te has convertido, te has hecho independiente, mas de lo que yo quisiera... fui a despedirme de ti... con la seguridad que siempre estaré junto a ti.