miércoles, 10 de febrero de 2010

Algo pasa... algo sucede... Del bicentenario...

Del Bicentenario, centenario y el espíritu de ser mexicano

Hoy el Presidente Felipe Calderón tuvo a bien presentar con mucho orgullo y todo el espíritu mexicano el Programa de Festejos con motivo de la Celebración de la tan recordada, esperada y aclamada conmemoración del Bicentenario y Centenario, desde este momento quiero aclarar que este texto no es una crítica, sino una invitación a la reflexión.


Como bien ya sabemos y porque desde el año pasado todo un aparato del sistema nos ha dejado muy claro que este 2010 se cumplen 200 años desde que nuestra patria se declarará independiente y 100 del segundo aire, que no llegó más que a ventisca para corregir lo que se hizo mal desde el principio.


Y es que no me malentienda, yo también quiero celebrar los 200 y los 100, no se cual me da más gusto, como tampoco sé si siento mayor admiración por ¿Hidalgo o por Pancho Villa?, si me siento más atraído por ¿Doña Josefa o por las Adelitas? , pero me prometo a mi mismo que para antes de que empiece el verdadero festejo trataré de aclarar este misterio.


Tengo que reconocer que ha sido un largo camino en el que han transcurrido cosas tan interesantes, como sorprendentes, donde hemos tenido más víctimas de la patria, que héroes por la patria, donde han sobrado las razones, pero han faltado las acciones, es cierto México es un país de contrastes, como muchos dicen, unos lugares muy pobres y otros muy ricos, unos muy bien vestidos y otros pensando en que comerán, unos un poco unidos y otros más bien desunidos.


Hoy se presento el Programa de Celebración, a mi me hubiera gustado que dicho Programa viniera acompañado de un Programa aunque sea de Empleo Temporal, uno de Seguridad, otro de impulso a la Tecnología y esos sueños guajiros que tal vez tengan algo en común con aquellos que soñaron con una patria libre.


No habló de culpar al sistema, ni a los gobernantes, aunque más bien si sería una crítica al sistema, pero a ese sistema al que contribuimos todos y del cual somos cómplices, hablo de la desigualdad que nosotros mismos promovemos desde nuestros pequeños lugares, hablo del desinterés de cambiar las cosas, de dejar todo para mañana y seguir creyendo que la violencia ha sido y será la única respuesta.


Es cierto hoy tenemos un país desunido, fragmentado, uno que duele, uno que ha matado a muchos y ha desquiciado a otros tantos, que ha obligado a bastantes a autoexiliarse, un país al que le pierden la fe, mientras otros le prenden una vela en espera de un milagro, un país que se detiene, un país que indigna, pero sigue despertando la sonrisa de los más pequeños, un país que grita, uno que pide ayuda, uno que dice ¡ya basta!, uno que marcha, mientras otro se queda en casa, uno que busca celebrar su independencia y otros que esperan su revolución.


Estados Unidos Mexicanos, hoy podría llamarse de otra forma, tal vez por eso mismo nos acostumbramos a decir México, en lugar de toda esa letanía que no tiene mucho sentido, “mexicanos al grito de guerra”, puede ser que sea más que una frase, esperemos que no sea una profecía, lo cierto es que tenemos que encontrar la forma de por fin despertar a México y con ello a los mexicanos, que el sonoro rugir del cañón, se escuché hasta el último rincón de este México contrastado, que despierte a los soldados que el cielo en cada hijo le dio y así defender nuestra patria.


Hoy el mensaje es de fiesta, pero no debemos olvidar que aún queda mucho por trabajar, que es tiempo de crecer, crecer con el país, de ponernos un basta a nosotros mismos, de acabar con nuestra apatía, nuestra desidia, nuestra falta de ganas, nuestro derrotismo, México es grande, pero necesitan que le quieran y no de esa forma en que se quiere, que golpeas y luego te disculpas, si México está herido, es porque nosotros lo hemos permitido… hoy México nos necesita, hoy México quiere seguir siendo libre, yo quiero seguir siendo libre, quiero que los demás sean libres… basta de ese racismo, esa indiferencia, esa intolerancia, esa agresión, esa división, basta de ver colores, de ver preferencias, de ver todo eso que nos ha llevado a vivir con miedo, con orgullo digo que este año Chiapas esta reescribiendo su historia, que se abren nuevos horizontes, que se construyen puentes… ojalá hiciéramos lo mismo por nuestro México, nuestra patria y ¡Viva la independencia!, ¡Viva la revolución!

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