jueves, 27 de mayo de 2010

Uno viejito, rescaté un sólo texto de mi blog viejo y este fue el elegido

Adiós... no te culpo por no entenderlo, porque ni yo lo entiendo, alguna vez alguien me dijo que el camino nunca se acaba, pero yo ya no tengo brecha, tu ya no tienes lugar en mi historia y nuestros sueños nos han llevado mas lejos de donde un día pudimos realmente soñar.
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Se que no será fácil porque tuvimos una historia, porque caminamos en los mismos prados y vimos el mismo sol ocultarse para darle espacio a la luna, jugamos con las estrellas y soñamos que viviríamos eternamente en un paraíso, te tome la mano cuando lo necesitaste y me limpiaste esa lágrima que se escapó un día de mis ojos, los mismos ojos que no pudieron quitarte la mirada ese primer día y esos mismos ojos que hoy no te pueden ver de frente.

Y aunque no parezca soy un buen actor, sentí que se me rompía la voz, que temblaban las piernas y que con cada palabra se me iba un pedazo de alma, pero tu no lo podías ver, no quería que lo vieras, quisiera que en nuestro último recuerdo no hubieran lágrimas, pero tu estas inmóvil, inerte, tampoco puedes verme de frente.

Los silencios se hacen largos, existen monosílabos, arrastramos las palabras y te pido que me veas, tu respondes ¿para que? y veo que se te escapa una lágrima, yo ya no puedo aguantarme y me quiebro, pero esta vez tus manos no limpian mis lágrimas, limpias las tuyas, podríamos hacer un río, la lluvia no nos ayuda en nada, los dos parados bajo el agua fría congelada sin poder atreverse a seguir.

Me gustaría decirte que aquí estaré, me gustaría escuchar que aun puedo tomar el teléfono a las 3 de la mañana y decirte que me pasa, me gustaría prometerte que tocaré tu puerta los domingos sin motivo alguna, me gustaría que me jurarás que no habrá nadie mas en tu corazón, pero ni yo quiero prometerte y tu no puedes jurarme, porque con el paso de los años cada uno habrá llegado a su destino.

Se que no será así, se que habrán noches dando vueltas en la cama buscando un poco de tu esencia en la almohada, otras tantas la sonrisa será fingida y me sentiré nervioso al creer que te puedo encontrar, mi corazón se emocionará pensando que eres tu la que esta frente a mi, para luego darme cuenta que seguramente tu estas del otro lado de la ciudad tratando de evitar que nos podamos encontrar.

Lo siento... no quiero ser el malo, solo tengo que ser yo y prefiero mil veces ser sincero, que ilusionar tu corazón, no te digo que no, no me digas que jamás y solo dijiste adiós... yo dije cuídate... la lluvia cada vez era mas fuerte y volviste a decir adiós... te vi marchar, me escuche emprender camino.

Y muy adentro murmuré recuerdes por lo que fue, no por esto que somos ahora, esto me gustaría olvidarlo... pero tal vez hoy tenemos que decirnos adiós y quizá un día solo un día podríamos encontrarnos dando vueltas en la vida... es necesaria una despedida para un reencuentro.

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