jueves, 5 de mayo de 2011

Una carta para decir adios

Tu y yo siempre fuimos frágiles, de papel, dos monedas al viento, quizá esa sea nuestra última explicación, fuimos la noticia de un día, el sucedo de una semana, el recuento de nueve días, después nos convertimos en distancia, en recuerdos, hasta que nos reducimos a una nada.


Casi nadie entiende cuando hablo de ti, de la manera en que sentí nos encontramos en una mirada, quizá fue más que necesidad, necesidad de compañía, ganas de creer que el universo conspiraba de cierta forma para salir los dos corriendo a otro espacio. Quizá fue tu necesidad de calentura, a ciencia cierta no lo sé, tu dijiste, yo quise creer, yo hice, tu quisiste que siguiera, dos locos, dos ciegos, tomé el camino al matadero, lo hice lento, de una forma paulatina, y una vez que llegue justo al vació tuve miedo de saltar, entonces me quede sentado.


He permanecido un tanto inmóvil, todos los días me convenzo y me digo “hoy si te voy a olvidar”, “hoy no te voy a extrañar”, “hoy ya no estás conmigo”, “hoy lo voy a intentar”, pero todavía guardo muchas cosas que me gustaría decirte, me gustaría decirte que no te he olvidado, que si te he extrañado, que de cierta forma siempre estás conmigo, y que no he tenido el valor para intentarlo, eso y muchas otras cosas, uno que otro secreto, los tengo bien guardados, y quizá un día me arme de valor y te lo diga de frente.


No sé si tenga el valor de hacerlo, quizá lo mejor sea verte y hacer de cuenta que no ha pasado nada, quizá nunca paso nada, y todo fue un estúpido invento en mi cabeza, pero todavía recuerdo las largas noches a tu lado, tus cosas y mis cosas, tus sueños, y mi no saber ¿qué hacer?, creo que éramos una bomba de tiempo, una bomba que exploto en mis manos, y dejo una profunda herida.


A ciencia cierta, no sé si voy a tener el valor de preguntarte ¿qué fue lo que nos sucedió?, ¿dónde nos perdimos?, ¿y las promesas?, ¿y ese cuento de que los seis meses se pasarían volando?, estos seis meses han pasado tan de prisa, que casi arrancaron de tus manos tus promesas y mi recuerdo, que estoy seguro se difumina entre los vientos… quizá nunca tenga el valor de preguntarlo frente a frente… cuídate.

jueves, 14 de abril de 2011

Cartas a Tellez

Se supone que debería estar leyendo de género, pero me has invadido la imaginación, la conciencia, los recuerdos, has ocupado este lugar pequeñito, que tenía letrero de “reservado”, sin saber que tu serías quien lo iba a ocupar. Quiero escribirte todas mis letras, por si acaso nos volvemos a separar, sepas que siempre he pensado en ti, desde aquel primer encuentro, aquella pequeña confesión y esa estúpida pregunta que fue la que nos unió.

Desde mi regreso llevo pensando en ti y buscando cualquier pretexto para hablarte, para provocar tu sonrisa y escucharla a miles de kilómetros de distancia, cualquier razón es buena para saberte cerca, aunque te tenga lejos. Y te escribo en corto, te lo digo muy bajito, “no te bajes del barco, el viaje no ha empezado”, y recuerdo muchas cosas, pero sobre todo recuerdo este segundo aire, tú y yo sin escapatoria, en la misma ruta, en el mismo lugar, cruzando miradas y el corazón a mil por hora.

No puedo decirte que te amo, pero quizá un día te lo escriba, y escriba muchos te amo’s, pero hoy, hoy ha sido demasiado, volvernos a encontrar, justo en ese mismo lugar, dices que he cambiado, tú te ves completamente igual, he descubierto que usas lentes, hace tres años que dejamos de mirarnos, de hablarnos, de sabernos vivos, aunque sabíamos que rondábamos por ese mismo mundo, sin saber que un día nos íbamos a volver a encontrar.

Y de la nada te robo un beso, no hay necesidad, ya te he besado demasiado, pero podría seguir besándote, te quiero comer a besos, te quiero comer cada rincón, quiero descansar en tus profundidades, navegar por esos lugares que alguna vez fueron míos, no hay te quiero’s, no hacen falta, pero quizá si seguimos en este camino los podamos inventar, crear y decirlos con todas sus letras.

Cartas a Tellez es mi manera de confesarme, de traerte a mí, de tenerte cerca, de hacerte saber que así como si nada, así has llegado y yo no quiero perderme de un segundo de tu existencia.

miércoles, 13 de abril de 2011

Soy... lo que

Soy tan pequeño que a veces me lleva el viento, me arrebata mis emociones, se lleva mis ilusiones, pero me deja rodeado de todos mis miedos, soy tan efímero como el verbo de tu boca, el dulce sabor de tus labios y esa piel tan tersa donde me pierdo cada que te encuentro en mi camino, soy de hielo, y me derrito al sentir el tibio roce de tus labios.

Me he hecho frágil, para poder sentirte, he quitado barreras, he derribado muros, he acomodado cada rincón de esta construcción para que te sientas a gusto, para que te sientas parte, para que te sientas invencible en estas tierras ajenas, he hecho de todo, con tal de que te quedes a mi lado, he aprendido a callar, a fingir, a hacer de cuenta que aquí no pasa nada, y lo único que pasa es que recibo la pasión de tus brazos.

Nadie sabe que es contigo con quien sueño, todos ignoran que es a ti quien me debo, dicen que me he vuelto un muerto, pero me basta con saberte cerca para retomar vida, para retomar el camino, para retomar en ti todo aquello que he perdido. Me he vuelto tuyo, y no tengo la intención de dejar de serlo.

Soy ese que te espera, soy ese que te sueña, soy ese que siente, soy ese que te dice, soy ese que te calla, soy ese que ha dejado de ser, para ser eso que tu quieres… soy pequeño, y soy tan grande cuando me tocas, soy feliz cuando te quedas, soy desdichado cuando se que andas en otros brazos, soy lo poquito que me has dejado… soy lo mucho que anhelas estando lejos de mis brazos.

lunes, 14 de marzo de 2011

Vuelve a casa


Me quisieron convencer que el tiempo lo curaría todo

Que mi locura sería temporal, que todo volvería a la normalidad

Me quisieron convencer que uno puede llegar a olvidar

Me quisieron convencer de tantas cosas, que acabe por no creer


Seguí a tientas, a obscuras, sin rumbo, sin mapa

Como un vagabundo, que ha dejado de vivir

Y que tan sólo espera que en esa vuelta

Se encuentre con su final


Todos estos días y tu rostro aún es tan nítido

Todas estas noches, y aún espero que entres por esa puerta

Saber de ti, saber que estas bien, saber que has vivido

Me niego a pensar que te han arrebatado la existencia


Y cierro los ojos y te imagino cerca, te imagino jugando

Te imagino gritando, que tantas ganas de cambiar el mundo

De pararte en el centro, y señalar a los peligroso

Aún sabiendo que el peligro te vendría a buscar


Tengo un libro con recortes, con notas tuyas

Donde hablan de tu valor, donde piden que vuelvas a casa

Tengo tantas ganas de abrazarte, que te quedes dormido entre mis brazos

Vuelve, vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve con vida, no como un recuerdo


Esta guerra me ha dejado en media vida, porque te ha llevado lejos

Porque te ha llevado a un mundo que desconozco

Pero al menos espero que mi voz la lleva el viento

Y sepas que aquí en casa aún esperamos a que vuelva

Años

De todos mis años, me quedan recuerdos

Voces que me dicen que tengo que volver

Y manos que esperan, volver a estrecharme

De todos mis años, me quedan tus besos


He andado por el mundo, buscando una respuesta

Para cada pregunta que me acecha cada media noche

Cosas que no olvido, cosas que me llevo

Tu olor, el roce de tus labios


A veces me cansó, y a veces me digo

Es tiempo de volver a casa

Pero no encuentro la ruta de vuelta

A veces siento que ando en un camino sin retorno


Han sido ya bastante tiempo desde que he dejado de ser un niño

Que he probado las mieles del amor

Y me he ahogado en un profundo desencanto

En ese profundo adiós de tus labios


Ciertos lugares, me traen a la memoria

Ciertos momentos donde me tomabas de la mano

Tenía prisa por vivir, tenía prisa por olvidar

Tenía prisa por amar, que no me di cuenta que te dejaba atrás


Y finalmente, todo acaba por llegar a su destino

Y si yo si llego en este viaje

Hay algo que me tranquiliza

Es el roce de tus manos, el recuerdo que habita en mi memoria

viernes, 11 de marzo de 2011

Solito

A veces ya no se que siento

Si es peor sufrir por tu partida o enfermarme de tu presencia

Estoy tan harto de andar por estas mismas calles

Tener que vivir en constante obscuridad


Solito con mis pensamientos

Con todos estos sentimientos

Los miedos añejos

Las ilusiones rotas por andar en este camino


A estas alturas me conformo con lo necesario

Tú fotografía, un par de sueños, y unos cuantos besos

Me he tenido que marchar, he tenido que alejarme

Irme para no perderme en esta soledad


Y un día de tanto andar

Seguramente nos volveremos a encontrar

Nos sentaremos lado a lado como lo hemos hecho ayer

Pero hoy, hoy es tiempo de marchar

Andar contigo

Eres esa ola, que arrasó con mi tranquilidad

Que se llevo mi calma, mi paz

Esa pasión desenfrenada que corre por mis venas

La necesidad de entrar en tu cuerpo y dejar huella de mi ser


Eres todas estas ganas de ahogarme en este sentimiento

No puedo seguir viviendo atado a tu locura

Me has consumido, me has arrebatado todo

Me has dejado en medio de una nada llena de incertidumbre


Andar contigo, es andar al tacto

A un paso pausado y a una prisa apresurada

De ganas de comerte a besos

Aunque eso signifique morir con tu veneno


Eres esa ola que viene justo hasta donde estoy

Hasta donde me encuentro solo con mis pensamientos

Refugiado en mis adentros

No tengo forma de huir de ti, no existe una ruta de escape


He decidido no seguir corriendo, he decidido bajar los brazos

Quedarme aquí apostado, que la arena me cubra la piel

Estoy justo en este momento, estoy esperando que decidas

Arrasar con lo que queda mi efímera existencia